
Su celular hace un ruidito de botella de cerveza destapándose, toma nota mental de sacar esa huevada. Pero por suerte nadie lo vio sacando la foto. La vieja de campera amarilla cosida como con rombitos llena un cupón y se va.
Es su turno:
- Buenas noches. Bip, bip, clichin, clichín. 21 pesos sería.
(le acercás un billete de 20 pesos y otro de 2).
- Clichín, clichín, bip, bip. ¿Quiere donar su vuelto de 1 peso a Unicef?
Su respuesta es:
A- Como soy un tipo solidario pero el sistema y el tiempo me oprimen impidiéndome consolidar proyectos de este tipo por mi cuenta, sí.
B- No sé de qué me estás hablando pero me pinta que si digo que no, voy a quedar como un rata con el tipo de atrás que seguro está escuchando y con vos que estás más o menos buena. (Sí).
C- Chupame la pija. (No)
D- Qué fácil que es hacer caridad con dinero ajeno...
Optamos por la opción D.
La cajera toma esta última respuesta por un no,
nos sonríe,
y al tiempo que nos da una moneda dorada y plateada, resignada pero sonriendo dice:
- Ay... perdón, pero no me digas a mí... No es mi culpa...
Sonreímos un poco perturbados por la compungida respuesta y nos vamos.
Frustrantemente divertido es ser pelotudo de vez en cuando.
20 de junio de 2008, 15:48
E - si me chupas la pija (depende de la inquisidora)..ahora que lo pienso esa deberia haber sido mi respuesta ante la misma situacion.
24 de junio de 2008, 21:41
¡Pagaría por ver esa situación! "Chupame la pija" es una frase que cambia mucho según la entonación.
Publicar un comentario